Si estás recorriendo el Camino de Santiago o explorando los tesoros de El Bierzo, no puedes perderte La Puente Grande en Molinaseca, uno de los puentes medievales más emblemáticos del Camino Francés. Construido en el siglo XIII sobre cimientos romanos, este impresionante puente de piedra con siete arcos se alza sobre el río Meruelo, creando una estampa única que ha sido testigo del paso de miles de peregrinos a lo largo de los siglos.
Más que un simple cruce, La Puente Grande es un símbolo de bienvenida y tradición. Su entorno ofrece un escenario natural incomparable: aguas cristalinas donde los viajeros se refrescan en verano, senderos rodeados de vegetación y un casco antiguo lleno de encanto, con calles empedradas y casas de arquitectura tradicional berciana. Muy cerca del puente encontrarás terrazas acogedoras, perfectas para disfrutar de la gastronomía local mientras contemplas este rincón histórico.

Desde La Casa del Peregrino, llegar a Molinaseca es una excursión sencilla y altamente recomendada. A tan solo unos kilómetros del albergue, este pequeño pueblo ofrece el equilibrio perfecto entre historia, naturaleza y hospitalidad. Pasear por La Puente Grande, sumergirse en su ambiente y dejarse llevar por el ritmo pausado del lugar es una experiencia que conecta al viajero con la esencia más pura del Camino de Santiago.
¿Listo para cruzar uno de los puentes más icónicos del Camino? ¡La historia te espera en Molinaseca!